miércoles, 24 de abril de 2013

SIN MAÍZ, NO HAY PAÍS

El maíz es la base de la alimentación del mexicano, también representa un símbolo de identidad, de fuerza y de adaptación, existen muchos tipos de maíz y de variados colores. En algunas culturas se le ve como una planta sagrada que desciende del sol (como en la cultura Wixarika) en otras simboliza la fertilidad, la abundancia o el vigor, incluso es un elemento que no puede faltar en las ofrendas y los altares incluso en la actualidad.
El maíz tiene muchos usos medicinales, su hoja es empleada para envolver los tamales o para  hacer artesanías como canastas sombreros o bolsas, también las mazorcas desgranadas eran empleadas para decorar. El maíz tiene muchas formas de uso y esta enraizado en la vida de todos los mexicanos.
En la actualidad corporaciones agroquímicas transnacionales como Monsanto, Bayer, Syngenta, Pioneer y Dow Agroscience tratan de controlar la agricultura del mundo, y en particular al maíz,a través de la promoción de variedades de semillas transgénicas.
Los planes de Monsanto son convertir la producción agrícola y alimentaria mundial en un gran experimento genético, totalmente dependiente de sus semillas patentadas. Su expansión se ha detenido en el mundo gracias a los países que la han prohibido, sobre todo de la Unión Europea, donde está prohibida la siembra de algunas variedades de maízces transgénicos.  
Las cosechas transgénicas de todo el mundo representan menos del uno por ciento de la superficie total cultivable. El 85 por ciento de los cultivos modificados genéticamente se concentra en solo tres países: Estados Unidos, Argentina y Canadá. Hasta el momento solo se cultivan comercialmente cuatro productos: algodón, maíz, soya y canola.  
México se ha vuelto blanco de estas empresas que pretenden liberar sus variedades de maíz transgénico. El campo mexicano representa un gran negocio para la industria. En países donde se ha autorizado el cultivo de maíz transgénico se ha demostrado su imposible coexistencia con variedades convencionales, nativas y orgánicas. La contaminación transgénica de un centro de origen y diversidad genética de un grano representa el monopolio total del mismo. Por eso, es fundamental que la cuna del maíz no permita la siembra de maíz transgenico.

En este año 2013, las solicitudes de siembras de maíz transgénico a escala comercial, que Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences presentaron en octubre del año pasado, siguen vigentes
Hasta la fecha el gobierno no se ha pronunciado respecto a cuál será el destino del maíz nativo de México, así como sobre los riesgos ambientales, económicos y sociales de sembrar comercialmente variedades transgénicas de este grano en nuestro país. 
El maíz es el grano más importante para la alimentación del pueblo mexicano y con mayor demanda en el mundo. Perder las 59 razas y miles de variedades que se cultivan en diversas regiones de nuestro territorio por la contaminación genética comprometería seriamente nuestra soberanía alimentaria.



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